Los
que me conocen ya saben que no se me puede acusar de tener un espíritu
navideño, precisamente. No es que no me gusten las comilonas ni los regalos,
pero esto del consumismo y tener que estar contento (y razonablemente bebido)
por obligación... bueno, dejémoslo. Ya hablé en su día del tema, y no voy a
repetirme ahora.
Es por eso que uno es fan de la
figura anti-navideña por excelencia: el Krampus.
¿No lo conocen? Pues deberían. Miren qué majo que es:
En las regiones alpinas, donde nace
el mito (extendido hoy a Alemania, Austria, Croacia, Hungría y República Checa)
a los niños malos no se les castiga no dejándoles regalos por navidad, no... Ni
dejándoles carbón a modo de advertencia de que al Infierno se irán si no se
enderezan. En estas regiones antes de
Navidad (en concreto, la noche del 5 al 6 de Diciembre) pasa por las casas un
demonio vestido como Santa Claus, que mete a los niños malos en un saco (o
cesta) y se los lleva a su guarida. Donde se los come para la cena de Navidad,
por cierto. El Krampus (que algunos dicen que es nombre que deriva del germánico
"krampen" , garra) tiene cuernos largos, como de alce, es peludo, con
patas de cabra y garras de bestia, y una
larga y característica lengua roja. Es un mito bastante anterior al
cristianismo y a la Navidad, por cierto. Según los antropólogos tiene unos diez
mil años de antigüedad y se remonta a épocas neolíticas, cuando se realizaban
sacrificios a los dioses durante el solsticio de invierno para obtener una
buena cosecha al año siguiente. Teniendo en cuenta que el Krampus (que también
responde a los nombres de Knecht Ruprecht, Klaubauf, Pelzebock y Schmutzli, por
si tienen interés) come niños, no es difícil imaginar qué tipo de sacrificios
recibía originalmente este viejo numen de los bosques y la naturaleza... La
costumbre pervivió en tiempos medievales, cuando campesinos disfrazados de esta
guisa recorrían las calles antes de Navidad pidiendo comida y bebida, (no se me
extrañen, la fiesta de Haloween ha llegado hasta nuestros días por idénticos
motivos) y se extendió con el imperio Austro-húngaro, popularizándose en el
siglo XIX.
El Krampus aparece la noche del 5 de
diciembre (la noche del Krampus o “Krampusnacht”), pero ronda por la tierra dos
semanas, casi hasta Navidad. Lo digo por si quieren contarle una buena historia
de terror a sus sobrinitos plastas, a ver si se enderezan y dejan de incordiar
(no se me pasen, no sea que luego tengan terrores nocturnos y se gasten un pico
en terapias). Pero que tampoco se quejen, que de demonios del solsticio
precristianos tenemos Europa llena, y algunos más salvajes aún que el pobrecito
Krampus. Los islandeses, por ejemplo, no
tienen a un demonio navideño sino trece, los " Jolasveinar"
Pues eso... Que feliz festín de
Navidad.
JO, JO, JO
Pero sigue contando!!!
ResponderEliminarAparece en el juego The Binding of Isaac como uno de los jefazos del mismo, y me pareguntaba de donde salía. Creía que era solo un demonio más, dado el caracter evangélico gringo del juego, y veo que tiene un trasfondo más profundo.
ResponderEliminarJolasveinar?Estas de broma,no?Son los ELFOS de la navidad!Y no son malos!Traviesos y un poco cabroncetes pero a cambio dejan regalos,uno por cada elfo.
ResponderEliminarMira,te dejo esto:
http://descansodelescriba.blogspot.com/2013/12/la-volva-especial-navidadlos-13-elfos.html
Para leer
ResponderEliminar