domingo, 31 de enero de 2021

Conspiranoias 3. El "Incidente" Roswell




Posiblemente el suceso OVNI más famoso del mundo (y el que marcó el inicio de la ufología tal y cómo la conocemos) tuvo lugar el 2 de julio de 1947, en las afueras de una población llamada Roswell (Nuevo México). Ese día “algo” se estrelló en las tierras del rancho de William Mac Brazel. Tres días más tarde, cuando localizó los restos, el ranchero se desplazó a la población para comunicar al sheriff del condado (George Wilcox) “que había encontrado los restos de un platillo volante”. A su vez, Wilcox se puso en contacto con las autoridades militares del Roswell Army Air Field (AAF). Fue comisionado el mayor Jesse Marcel, que junto a dos agentes de la contra-inteligencia estadounidense (Sheridan Cavitt y Lewis Rickett) se desplazaron hasta el rancho, recogieron los restos y se los llevaron. 

El día 8 de julio el oficial de comunicación de la base aérea del Ejército en Roswell, Walter Haut, emitió un comunicado de prensa indicando que el personal del Grupo de operaciones 509 había recuperado un “disco volador”, que se había estrellado en un rancho cerca de Roswell, dando origen al titular "Las fuerzas aéreas capturan un platillo volante en un rancho de la región de Roswell". La prensa local, (Roswell Daily Record) entrevistó al ranchero Mac Brazel y describió los restos encontrados del tamaño de una mesa, de un material “como de caucho” de color gris, gran cantidad de papel de plata extremadamente resistente, cintas adhesivas con diseños florales y varillas “como de madera”, sin nada que, aparentemente, hubiera podido ser usado como motor.
Al día siguiente, 9 de julio, en Fort Worth, Texas, sede de la Octava Fuerza Aérea, su general en jefe Roger Ramey, acompañado por el coronel Thomas J. DuBose, y del mayor Jesse Marcel, dio una rueda de prensa en la que anunció que los restos eran los de un globo meteorológico aerostático convencional, desmintiendo la notificación de  Walter Haut del día anterior.
 

Posteriormente documentación desclasificada entre septiembre de 1994 y junio de 1997 demostraba  que se trataba de un globo, en efecto, pero no meteorológico sino espía: El proyecto secreto, de nombre en clave “Mogul” consistía en un sistema de “detección acústica de baja frecuencia”, que montado en globos (para burlar al radar) se pretendía lanzar en la troposfera del territorio soviético (a unos 10 kilómetros de altitud) y así descubrir si los comunistas realizaban pruebas nucleares. Según los documentos desclasificados, en concreto se trataba del vuelo experimental número 4 del proyecto Mogul, sobre el que se perdió todo contacto el 5 de junio de dicho año. Sin embargo, oficialmente el proyecto Mogul no se inició hasta 1953.
 

A finales de la década de los 70 los ufólogos  Stanton T. Friedman y William L. Moore realizaron una serie de entrevistas a los testigos del suceso (al menos a los que, treinta años después de los hechos, aún seguían vivos). Llegaron a la conclusión de que en efecto fue una nave alienígena la que se estrelló cerca de Roswell y que se recuperaron varios cadáveres de origen extraterrestre. El gobierno ocultó el hecho para quedarse con la tecnología extraterrestre y estudiarla sin compartirla con el resto del mundo. Un informador anónimo aseguró que el aparato era circular, con una parte saliente en el centro, de unos 50 pies de diámetro (más de 15 metros, para entendernos). Dentro había tres cuerpos humanoides de apenas un metro de altura. Uno estaba muerto, el otro muy malherido y el otro… vivo.
 

Jesse Marcel, el oficial encargado de recoger los restos, confesó (poco antes de su muerte en 1980) que los restos que se mostraron a la prensa no fueron lo que él encontró en el rancho de  Mac Brazel, pero le ordenaron que guardara silencio. Entre los restos había encontrado trozos grandes de algo parecido a metal, extremadamente fino y ligero, pero tan resistente que era imposible doblarlo o hacerle una muesca. La existencia de esos restos metálicos fue corroborada igualmente por Bill Brazel, hijo del ranchero Mac Brazel (fallecido en 1963), y por el general retirado  Thomas J. DuBose.


El astronauta Edgar Mitchell (el sexto hombre que pisó la Luna, en la expedición Apolo XIV), confesó haber visto los expedientes secretos OVNI del caso Roswell,  y que en efecto hubo contacto con extraterrestres. La misma afirmación declaró Chase Brandon, un agente jubilado de la CIA con más de 35 años de servicio activo.


Frank J. Kaufmann, que en 1947 trabajaba en la oficina de personal civil de la Base Aérea del Gobierno de Estados Unidos en Roswell, confesó que en realidad era un agente encubierto de Inteligencia, y aportó numerosos documentos que había copiado en secreto en su día, que revelaban la verdad del aterrizaje forzoso OVNI. Sin embargo, a su muerte en 2001 la documentación fue considerada falsa y Kaufmann desprestigiado como farsante.


En 1995 el productor de televisión Ray Santilli reveló al mundo una película de 48 minutos, realizada por un antiguo cámara de las Fuerza Aéreas llamado Jack Banett (entonces de 82 años). Banett guardó la copia durante años, para finalmente revelarla al mundo a través de Santilli. Éste lo grabó haciendo una declaración jurada sobre la veracidad de la película. Ésta se emitió en más de 32 países, alcanzando altos niveles de audiencia. En ella se ve cómo se realiza una autopsia completa a un humanoide de apenas un metro de altura. Sin embargo once años más tarde (2006) Santilli confesó que la película era solo “parcialmente” auténtica. La original estaba muy degradada y solo pudo recuperar algunos fotogramas, así que la “restauró” añadiéndole imágenes de estudio. El alienígena era, pues, un muñeco, realizado por el artista y escultor  John Humphreys, que también actuo como el científico que realizaba la autopsia. Respecto a la declaración jurada de Jack Banett,  nunca existió (al menos no con ese nombre): Contrataron a un sin techo para que leyera el comunicado.

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