Pese a que hoy en día es una figura importante del folclore popular de Écija (Sevilla), el Tientapanzas (o Tientapanza) nació en Galicia. Allí, con el nombre de Apalpador, Apalpa-Barrigas o Pandigueiro, era originalmente poco más que un ogro, un asustaniños más para hacer que los niños se comieran todo lo puesto en el plato sin rechistar. Pues por la noche vendría el Apalpador y les tocaría la barriga, y si no estaba llena se los llevaría a su guarida, para comérselos. El antropólogo Xesús Taboada Chivite apunta a que formaba parte de una tradición pagana, posiblemente precristiana, un ritual de palpar la barriga de niñas y niños en Nochevieja (que llamaban precisamente noite de apalpadoiro (noche de palpar). Sea como fuere, y ya en tiempos modernos, si los niños se habían portado bien y se lo habían comido todo las barrigas estarían bien prietas, y el Apalpador les daría un regalo (una golosina, posteriormente un aguinaldo o un regalo)
Bien se sabe que muchos gallegos repoblaron la zona de Écija tras la conquista cristiana de Sevilla, y con ellos marchó el Apalpador, rebautizado como Tientapanzas. Este personaje espiaba a los niños para ver si comían o no, les tocaba la barriga mientras dormían para ver si estaba llena y se encargaba luego de informar a los Reyes Magos, que de recibir malos informes de su parte no le dejaban regalos al niño. Curiosamente, el Tientapanzas no es moralista: Le preocupa bien poco que los niños se porten bien o mal. Él solo quiere que coman bien. Es evidente que representa el fantasma de hambres presentes y pasadas, de pobres alimentos en la mesa, muchas veces poco atractivos o sabrosos… pero que es lo único que había para llevarse a la boca.
La tradición fue decayendo con los años hasta que en el 2004 las asociaciones de vecinos de El Carmen, San Juan Bosco y Puerta Cerrada recuperaron el personaje, convirtiéndolo en protagonista de un pasacalles que desde entonces recorre las calles de la localidad, junto a gigantes, cabezudos y otros personajes. La cabalgata tiene lugar el fin de semana entre Navidad y Año Nuevo. Al terminar el Tientapanzas palpa las barrigas de los más pequeños y les anima a “seguir comiendo así de bien todo el año”
Semillas de aventuras para juegos de rol
Hay que darle una lección a un hombre asesinando (o secuestrando) a su hijo de corta edad. Lo que los sicarios de la casa no saben es que en el cuarto del niño se encuentra un ser monstruoso, que venía a tocarle la barriga a ver si se lo había comido todo. Un monstruo al que no le gusta que le hagan daño a SUS niños.
Una niña confiesa que está sufriendo tocamientos por parte de un “hombre oscuro” que se aparece en su cuarto cuando está dormida. Le han dicho que es el Tientapanzas, pero no le gusta lo que le hace. En realidad es su padrastro, que utiliza su inocencia e ingenuidad para abusar de ella
Un intruso trata de colarse en una casa para subir a la habitación de los niños, para gran espanto de los padres, que tratan de impedírselo. El intruso es casi invisible en la oscuridad o la penumbra, solo la luz directa rebela su aspecto, similar al de un vagabundo, vestido con ropas mugrientas y con barba de varios días. ¿Es el tientapanzas, es un ogro…. O es algo peor?
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