sábado, 27 de junio de 2020

Iglesias que no te creerías: 6. La Iglesia de la Eutanasia



En una calurosa noche de junio de 1992, Chris Korda tuvo un sueño en el que se le apareció un ser llamado “La Entidad”, que le dijo (más o menos) lo siguiente: "Saludos. No somos de este planeta. No comprendemos vuestras extrañas costumbres. El ecosistema de la Tierra está fallando. Vuestros líderes lo niegan. Explicad. ¿Por qué vuestros líderes os mienten? ¿Por qué tantos de vosotros creéis estas mentiras? Explicad vuestras extrañas costumbres. ¿Por qué creer estas mentiras? Salvad al planeta. Suicidaros". Conmocionada por esta revelación, Chris decidió crear una religión anti humanista con el fin de reducir la población humana mundial y aliviar así la pesada carga que suponía para el planeta Tierra.

 ¿Y quién es Chris Korda? Se trata de una mujer transgénero, nacida en Nueva York en 1962. Se dedica profesionalmente a la programación informática y a la producción de música techno (actuó en la edición de 2001 del festival Sónar de Barcelona y ha publicado con el sello alemán International Deejay Gigolo Records, promovido por DJ Hell). Desde niña (a los 10 años, según su propia confesión) se siente muy preocupada sobre la degradación que sufre el planeta Tierra por culpa del ser humano: Cambio climático, Efecto invernadero, Contaminación masiva, Superpoblación, Extinción de especies animales  y un cada vez más probable agotamiento de los recursos naturales. Muy consecuentemente, se hizo vegana. A los veinte años empieza a identificarse como mujer (aunque durante un tiempo fluctuará entre los pronombres masculino y femenino para referirse a sí misma), llegando a participar en varios espectáculos de  temática drag. Se refugia en el estudio de las enseñanzas de los pueblos nativos americanos y en los movimientos vanguardistas de inicios del siglo XX, en especial el Dadaismo. Es en este contexto en el que tiene su famoso sueño.

Ese mismo verano, en el marco de una contra-protesta a una manifestación skinhead en Harvard Square, Chris Korda presenta su “Iglesia de la Eutanasia”, que pronto recibe sus primeros adeptos en figuras del mundo artístico y de la contracultura de Nueva Inglaterra. Gentes a las que Korda conoce personalmente, por otro lado, y que son más activistas medioambientales que miembros de una congregación religiosa. La Iglesia de la Eutanasia empieza a ser conocida fuera de la región en 1995, cuando varios miembros de la organización aparecen en el programa de televisión The Jerry Springer Show titulado "Quiero unirme a una secta suicida". En ese año la Iglesia hace campaña a favor del terrorista Unabomber (autor de 16 atentados con bomba por correo) como presidente de los USA. Por aquel entonces ya se definían claramente como grupo religioso: Chris Korda era la reverenda del culto,  Robert Kimberk era el “pastor Kim”, autor de encendidos (y bastante inspirados) sermones. La sede de la Iglesia estaba (y está) en Boston, y su logo es un templo griego con cuatro pilares, que representan  el aborto, el suicidio, la sodomía y ¡el canibalismo! como un medio eficaz para controlar la proliferación de la raza humana.  La Iglesia pone especial énfasis en que esta reducción de la población debe realizarse voluntariamente, por lo que, en contra de lo que se podría pensar, el asesinato y la esterilización involuntaria están estrictamente prohibidas por su doctrina.

Su credo se resume a un único mandamiento: “No procrearás”. Su lema principal: "Salva al planeta, suicídate". Sus mártires (y a la vez sus santos venerados) aquellas personas que voluntariamente ponen fin a su vida. Realizan proselitismo a través de su página web así como mediante las RRSS, actuaciones artísticas (muy a menudo performances),  "culture jamming", música, campañas publicitarias, manifestaciones, contra manifestaciones (habitualmente contra las formadas por los grupos cristianos pro-vida) y la acción directa, en forma de scraches o actos vandálicos. Sus métodos recuerdan a los del movimiento dadaista, cosa que justifican ya que para ellos “el mundo se ha vuelto tan absurdo que solo a través de medios absurdos es posible hacer llegar un mensaje a la gente

¿Qué es en realidad la Iglesia de la Eutanasia? ¿Una religión paródica al estilo del Movimiento Pastafari o la Iglesia de los Subgenios? ¿Un grupo provocador dadaista-ecologista? ¿Una broma situacionista con mentalidad ecológica?¿O una secta de fanáticos instigadores del suicidio y el aborto, como dicen sus principales detractores? Ellos se definen como una  asociación sin ánimo de lucro encaminada a restablecer el equilibrio entre los seres humanos y las demás especies del planeta.

Con todo, no es el único movimiento preocupado por la existencia masiva de seres humanos en la Tierra (aunque sin duda los creyentes de la Iglesia de la Eutanasia son los más escandalosos y extravagantes). Ya en el año 1798 Thomas Malthus, en su ‘Ensayo sobre el principio de la población’ postulaba que el aumento geométrico de la población no se correspondía con el crecimiento aritmético de los recursos, lo que conduciría irrevocablemente a la desigualdad económica y a la miseria. El bueno de Malthus proponía eliminar físicamente a los “elementos inservibles” de la sociedad (mendigos, enfermos, ancianos) como una mera medida de supervivencia. Lo irónico del caso es que el bueno de Malthus era de profesión clérigo anglicano… Sin comentarios.
Sin ir tan lejos actualmente existe el llamado “antinatalismo”, postulado (entre otros) por el filósofo sudafricano David Benatar, autor de “Better Never to Have Been: The Harm of Coming into Existence” (“Mejor no haber sido: El dolor de llegar a la existencia”). Sin hablar de suicidios ni de eugenesia, Benatar y sus seguidores consideran que no tener hijos es una opción más que responsable para aliviar en parte el exceso de la población humana. Algo que, al menos en el primer mundo, las presiones sociales y económicas están consiguiendo, provocando un índice de natalidad cada vez más bajo. Más radical es el  Movimiento por la Extinción Voluntaria de la Humanidad (VHEMT por sus siglas en inglés), que propone, simple y llanamente, la extinción gradual del ser humano mediante el fin de la procreación. Para ello, algunos de sus miembros más radicales abogan por una esterilización masiva de la sociedad. (¿No les recuerda a “El Cuento de la Criada”?)

Volviendo a la Iglesia de la Eutanasia, dos sucesos contribuyeron a su caída:

El primero fue que, tras el atentado del 11-S a las torres gemelas, a Chris Korda no se le ocurrió otra cosa que poner un vídeo descargable en su página web en el que se mezclan imágenes del atentado con escenas de eyaculaciones faciales, todo ello aderezado con música techno de la artista y un estribillo que dice: "People dive into the street/ While I play with my meat." (La gente se tira a la calle, y yo mientras juego con mi polla). Si alguien tiene curiosidad malsana, aún se puede descargar de la web oficial de la Iglesia. Khorda declaró que el vídeo representa “su desprecio y frustración con la profunda fealdad del mundo industrializado moderno.”. Pero en unos USA conmocionados por el ataque terrorista la bromita no les hizo gracia, y la Iglesia perdió la mayoría de sus apoyos en el mundo de la cultura y del arte.
La puntilla final llegó en el año 2003. Hasta entonces en la web oficial de la Iglesia había una serie de detalladas instrucciones sobre cómo suicidarse de manera indolora y eficaz. Al menos una mujer de San Luis (Missouri) les hizo caso, y la fiscalía de la localidad amenazó a la “reverenda” con procesarla si no retiraban dicho contenido.

La Iglesia sigue en activo, aunque, claro, ya no es lo que era. Apenas tiene miembros, y los que están es más por postureo que por convicción. No es ya un movimiento a tener en cuenta.  Chris Korda sigue dedicándose a sus dos grandes pasiones: la música techno y el software: Trabajó en la primera impresora en color 3D y ha desarrollado Whorld, un programa de código abierto que permite crear imágenes altamente sinestésicas a través de las matemáticas.  También ha diseñado varios programas de edición de audio, como WaveShop o ChordEase.

Recientemente, con el estreno de la película “Infinity War”, en la que Thanos planeaba (y conseguía) eliminar a la mitad de la población humana, Chris Korda y su Iglesia de la Eutanasia volvieron a ser noticia. En una entrevista confesó que la causa de su Iglesia es una causa perdida:
"No podemos impedir a los humanos que maten a la Tierra, pero podemos hacerles sentirse culpables por ello. Y también podemos no participar. No teniendo hijos, consumiendo lo mínimo posible y, finalmente, suicidándonos". Ante la obligada pregunta de por qué ella no predica con el ejemplo (en esto de suicidarse) contestó que “es algo en lo que pienso todos los días”. Por ahora, su labor pedagógica y de concienciación para reducir la población mundial le parece más importante que el hecho de poner fin a su existencia.

Quizá su frase más sincera, fuera de artificios teatrales y provocación, sea esta que dijo recientemente:

"Mi meta es comunicar ideas profundamente subversivas y antisociales a la mayor cantidad de gente posible. Esto sólo puede hacerse utilizando los métodos de la Sociedad de Masas. Hasta cierto punto, tú eres parte de ese aparato. En cierta manera, mi meta es convencerte de que mi causa es buena. Convencerte lo suficiente como para que estés dispuesto a entrar en mi juego y hacer que estas ideas estén disponibles a un porcentaje mayor del público. Si consigo persuadirte, habré tenido éxito. Si, por el contrario, te convenzo de que soy una chalada o un objeto de entretenimiento, habré fracasado en mi causa".




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